El director ejecutivo de Goya, Robert Unanue, afirma que la convocatoria masiva por parte de legisladores y grupos defensores de los inmigrantes para boicotear su marca a raíz de su respaldo público al presidente Trump durante su campaña electoral este verano terminó por impulsar las ventas de la empresa.
Durante una entrevista con el presentador de radio Michael Berry el lunes, Unanue se refirió a la representante neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, una de las legisladoras que criticó su postura, como su "empleada del mes".
"Fue la empleada del mes por llamar la atención sobre Goya y nuestro adobo", dijo Unanue.
Unanue hizo alusión a un tweet de Ocasio-Cortez en el que sugirió que los latinos optaran por cocinar su propio adobo en lugar de comprar a Goya.
El martes por la noche, Ocasio-Cortez dijo que nunca pidió de forma directa un boicot contra Goya.
Goya, que produce una amplia gama de productos hipanos, es una empresa de propiedad privada, lo que significa que no está obligada a informar de forma pública los registros de ventas o los informes de ingresos.
El llamado al boicot contra Goya surgió en julio cuando Unanue asistió a un evento en la Casa Blanca donde el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para instaurar una Iniciativa para la Prosperidad Hispana en el Departamento de Educación. Durante el evento, Unanue habló con entusiasmo sobre el desempeño del mandatario.
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"Todos tenemos la verdadera bendición de tener un líder como el presidente Trump", dijo Unanue.
Sin embargo, debido al lenguaje de carga racial de Trump contra los latinos, en particular al referirse a los inmigrantes mexicanos como "violadores" y "criminales" el día que anunció su candidatura en 2015, los opositores al presidente pidieron un boicot a los alimentos de Goya.
En las horas posteriores a los comentarios de Unanue, términos como #BoycottGoya y #Goyaway se convirtieron en tendencia en Twitter.
En las semanas posteriores al evento, Trump se apresuró a defender a Unanue. En varios momentos, el presidente y sus hijos publicaron fotos mientras posaban con productos Goya y las compartieron a través de los canales de las redes sociales del Gobierno, lo que provocó una investigación de ética.
