NUEVA YORK — Una diócesis de Long Island está solicitando protección por bancarrota para hacer frente a los gastos legales que se derivaron de múltiples demandas por abuso sexual.
La Diócesis de Rockville Center dice que necesita la declaración de bancarrota del Capítulo 11 para reestructurar y ayudar a facilitar los acuerdos a decenas de víctimas de abuso sexual que presentaron demandas por mala conducta sexual bajo la Ley de Víctimas Infantiles del estado.
"Creemos que este proceso ofrece la única manera de garantizar un resultado justo y equitativo para todos los involucrados, incluidos los sobrevivientes de abuso cuyos acuerdos de compensación serán resueltos por los tribunales", dijo el obispo Barres en un comunicado.
El año pasado, la diócesis presentó una impugnación legal argumentando que la Ley de Víctimas Infantiles que flexibilizó los estatutos de limitaciones en casos de abuso sexual viola la constitución del estado de Nueva York.
En 2018, la diócesis acordó pagar reclamos a más de 200 víctimas de abuso sexual, antes de que se aprobara la Ley de Víctimas Infantiles y se presentaran aún más demandas.
Rockville Center no es el primero en buscar protección por bancarrota bajo el peso de demandas por mala conducta sexual. La Diócesis Católica Romana de Rochester fue la primera en hacerlo en Nueva York.
