El canciller Richard Carranza advirtió que se perderán 9,000 empleos en el Departamento de Educación si el estado decide retener de forma permanente el 20% de la ayuda a la ciudad de Nueva York.
El gobernador Andrew Cuomo citó un déficit creciente debido al cierre de negocios en marzo y la ausencia de un rescate federal como argumento para retener la ayuda local.
Sin fondos federales y sin la ayuda estatal, el Departamento de Educación no podrá administrar los edificios escolares, advirtió Carranza.
“Si hay un recorte del 20%, entonces será seguro que la educación se limitará al 100% a distancia. No podemos abrir nuestras escuelas”, dijo Carranza a los padres, maestros y administradores durante la reunión del Panel para la Política Educativa el miércoles por la noche.
Carranza admitió que retrasar el inicio de las clases presenciales durante al menos dos semanas para garantizar los protocolos es una "buena práctica", sin embargo, la ciudad podría enfrentar sanciones de Albany por violar el requisito de instrucción de 180 días del estado.
El aprendizaje combinado y los trabajos de miles de neoyorquinos podrían salvarse si el estado aprueba las repetidas solicitudes del alcalde De Blasio para aumentar la capacidad de endeudamiento de la ciudad, dijo Carranza.
De Blasio planteó por primera vez aumentar el poder de endeudamiento de la ciudad semanas antes de las negociaciones presupuestarias del año fiscal 2021, cuando su administración calculó que la ciudad adquirió un déficit de $ 9 mil millones. El alcalde solicitó en junio un préstamo de $ 5 mil millones del estado para aliviar el déficit.
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Pero un grupo de legisladores estatales, junto con el gobernador, han expresado su preocupación de que la medida condene a la ciudad a un destino de desesperación económica similar a la crisis financiera de la década de 1970.
Los padres, maestros, personal y estudiantes expresaron su falta de confianza en el departamento para implementar de forma correcta la reapertura de escuelas, esto al citar numerosos errores de la agencia cuando las escuelas cerraron en la primavera. Algunos mencionaron la falta de fe en la capacidad de prueba y rastreo de la ciudad como razón suficiente para retrasar el comienzo del aprendizaje combinado.
El Departamento de Salud de la ciudad tenía asignada la labor de prueba y rastreo, pero De Blasio transfirió esa labor al sistema de hospitales públicos de la ciudad durante el pico de la pandemia.
