El alcalde Bill de Blasio expresó el jueves que lo ideal habría sido aplazar la fecha de reapertura del consumo en el interior, contrario a la directriz del gobernador Andrew Cuomo, que fija el 30 de septiembre como el inicio del servicio, algo que han demandado los propietarios de restaurantes desde hace meses.
De Blasio también estimó que el estado debería tener un plan estricto para cerrar los restaurantes si las tasas de infección aumentan.
“La ciudad adoptó una posición muy conservadora sobre este asunto. Y soy la persona que cree que debemos ser conservadores y cautelosos”, dijo De Blasio en una conferencia de prensa el jueves.
Cuomo autorizó el consumo en el interior con el 25 por ciento de cupo, además de que los clientes deberán pasar por el termómetro y entregar información personal para el rastreo de contactos.
Sin embargo, el alcalde está presionando para que se cierren los restaurantes si la tasa de pruebas positivas de la ciudad alcanza el 2 por ciento en un promedio móvil de siete días. Cuomo es quien en última instancia puede tomar la decisión.
“Debería haber una pausa si llegamos al 2 por ciento, porque si ya estamos en el 2 por ciento significa que algo se está moviendo en la dirección equivocada y debemos tomar medidas rápidas para evitar que eso crezca", dijo de Blasio. "Desafortunadamente, lo que hemos visto en gran parte del mundo es que el consumo en el interior ha tenido una conexión directa con algunos de los resurgimientos (del virus)".
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De Blasio informó el miércoles que su equipo seguía en diálogo con el estado sobre el consumo en el interior, pero poco después el gobernador Cuomo hizo el anuncio pese al desacuerdo de la Alcaldía.
“El estado dejó en claro que estaba listo. Expresamos nuestra visión como ciudad y ellos siguieron adelante con su política”, dijo De Blasio el jueves.
“Tuvimos muchas partes interesadas, tuvimos expertos en salud, expertos en salud de Washington, expertos en salud internacional. Los dueños de restaurantes estaban presionando”, respondió el gobernador. “El alcalde tenía un cargo, otros funcionarios electos tenían un cargo. Estábamos consultando a todos y tratando de hacer lo mejor que podíamos para tener en cuenta la opinión de todos".
El alcalde y el gobernador también se enfrentaron en marzo, cuando De Blasio pidió cerrar la ciudad y Cuomo se opuso por varios días, además del cierre de escuelas.