El alcalde Bill de Blasio intenta aminorar la tensión entre el Departamento de Policía de Nueva York y las comunidades hispana y afroamericana tras varios incidentes de supuesto exceso de fuerza.
De Blasio pidió al NYPD el viernes que dé prioridad a la dispersión de grupos de seis personas o más; sin embargo, a menos que existe un riesgo real para la seguridad pública, los uniformados no deberán emprender ninguna acción contra neoyorquinos que no porten el cubreboca.
“Deseamos hacer de esto un enfoque positivo. No es nuestra intención revivir los errores del pasado. Creemos que podemos encontrar un equilibrio”, expresó el mandatario.
"Cuando alguien informa 'No tengo un tapabocas conmigo', entonces lo ideal es que los oficiales de la Policía de Nueva York y todos los demás embajadores civiles estén allí con una solución", dijo De Blasio.
La solución a la que se refiere al alcalde es que los agentes ofrezcan una mascarilla y que eviten la confrontación.
El alcalde detalló el viernes durante su sesión informativa diaria que las nuevas pautas de aplicación de la ley fueron desarrolladas en consulta con el comisionado Dermot Shea, junto con funcionarios electos y líderes comunitarios que han cuestionado el proceder de la uniformada.
Asimismo, el alcalde indicó que serán desplegados más de 2, 200 embajadores civiles que harán cumplir el distanciamiento social, además de recordarle con amabilidad a los neoyorquinos sobre la necesidad de usar cubreboca. Parte del nuevo plan de seguridad sanitaria también implica el despliegue de patrullas de la policía en los parques de Rockaways, Coney Island y Orchard Beach.
De Blasio dijo que la uniformada limitará el acceso al Central Park y a los muelles 45 y 46 en el parque del Hudson River, además de otras áreas verdes bastante concurridas en Brooklyn.
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Los oficiales controlarán el flujo de personas en ciertos puntos de la Gran Manzana como parte de un plan piloto para iniciar el proceso de reapertura.
