El alcalde Bill de Blasio anunció el viernes que todas las escuelas públicas de la ciudad tendrán una enfermera de tiempo completo para el comienzo del año escolar.
El mandatario informó que su administración contratará 400 enfermeras de tiempo completo para los 359 edificios escolares, además de que se contemplan contrataciones adicionales para cubrir ausencias y jubilaciones.
Según estimaciones de la Federación Unida de Maestros, el sindicato que representa a los maestros de las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York, 116 edificios escolares y 137 escuelas que atienden a unos 70,000 estudiantes no tenían una enfermera a tiempo completo para fines de 2019.
De Blasio dijo que contratará otras 100 enfermeras para cubrir 2,000 programas de prekinder y centros de cuidado infantil. El Departamento de Educación también contratará a un proveedor de enfermería a distancia para crear una línea directa para todos los programas de cuidado infantil. Las enfermeras podrán llamar a en caso de preguntas médicas.
El alcalde detalló que las enfermeras trabajarán a tiempo completo y serán contratadas mediante el sistema de Salud y Hospitales de la ciudad. Sus salarios saldrán del presupuesto del sistema hospitalario, sin embargo, no permanecerán en los edificios escolares de forma permanente. El acuerdo de contratación solo abarca el próximo año escolar, según el Departamento de Educación.
Los principales sindicatos han rechazado de forma reiterada los planes de reapertura. El canciller Richard Carranza, en un intento por aminorar la preocupación, dijo que la contratación de enfermeras es una forma de responder a las preocupaciones de los maestros y del personal.
Los líderes sindicales han dicho que no está claro cómo funcionará el rastreo de contactos cuando un estudiante o un miembro del personal den positivo por el coronavirus. También demandan una garantía de que sus escuelas tendrán todo el equipo de protección personal necesario.
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Carranza indicó que el papel de las enfermeras escolares en los edificios no cambiará, ya que seguirán siendo "los expertos médicos en el campus". La ciudad exige que las escuelas creen una sala de aislamiento, donde se colocará a los estudiantes que experimenten síntomas del virus mientras esperan que un padre o tutor los recoja.
La ciudad ha impuesto un recorte de $9 millones a las escuelas comunitarias, lo que también genera preocupación entre padres y maestros, pues temen que el presupuesto no sea suficiente para cubrir los gastos que implican evitar la propagación del virus.
