Gobernadores del área triestatal arremeten contra CDC tras cambios en sus pautas del COVID-19

NUEVA YORK — Los gobernadores del área triestatal expresaron el jueves su desaprobación ante las nuevas pautas federales sobre las pruebas de coronavirus en personas asintomáticas.

Mediante un comunicado conjunto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, y el gobernador de Connecticut, Led Lamont, demostraron su total oposición ante las nuevas pautas emitidas por los CDC.

“Esta inversión de 180 grados de las pautas de prueba de COVID-19 es imprudente, no se basa en la ciencia y tiene el potencial de causar daños a largo plazo a la reputación de la institución", dijeron los tres gobernadores en su comunicado conjunto.

Los gobernadores también recalcaron que ellos "continuarán siguiendo los consejos de los expertos en salud para contener y prevenir la propagación de COVID-19" y, por lo tanto, no cambiarán nuestra guía que prioriza las pruebas para esta población.

Previamente, el gobernador Cuomo expresó el miércoles que Nueva York no seguirá las nuevas pautas federales sobre las pruebas de coronavirus e instó a otros estados a desafiar la guía más reciente de los CDC. 

El mandatario hizo este llamado después de que la agencia federal revisara en secretismo sus recomendaciones para minimizar la importancia de realizar pruebas a los asintomáticos.

“Esto no es ciencia. Es política. Políticas peligrosas para la salud pública”, tuiteó el mandatario. 

“La administración de Trump tiene una estrategia para el COVID: Negación. Si no se toma la temperatura, no tiene fiebre. Si no se hacen las pruebas a las personas para detectar COVID, hay menos casos. Ahora están obligando a los CDC a alinearse con esta estrategia de cabeza en la arena”, escribió Cuomo.

Los  Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendaron con anterioridad las pruebas a cualquier persona con una "exposición reciente conocida o sospechada" al virus, incluso si no se presenta síntomas.

 La guía anterior citaba "el potencial de transmisión asintomática y presintomática" como una razón por la cual las personas sin síntomas que estuvieron expuestas al virus deberían ser "identificadas y evaluadas con suma rapidez". Numerosos estudios han demostrado que las personas que no tienen síntomas aún pueden portar y propagar el virus, incluso unos días antes de que aparezcan los síntomas o si nunca los desarrollan.

"Es una vergüenza para los funcionarios de los CDC", dijo Cuomo a los periodistas durante una conferencia de prensa telefónica el miércoles. 

La nueva guía, publicada el lunes, dice que las personas sin síntomas que estuvieron en contacto cercano con una persona infectada durante al menos 15 minutos "no necesitan una prueba". La guía aún recomienda realizar pruebas en personas vulnerables si se han acercado a 6 pies de distancia de alguien con una infección confirmada durante al menos 15 minutos.

“No vamos a seguir la guía de los CDC. Lo considero propaganda política. Se advertiría a las empresas privadas que no sigan las directrices de los CDC. Creo que es en absoluto indefendible a primera vista. Creo que es contradictorio. Es con exactitud lo contrario de lo que han estado diciendo el CDC”, dijo Cuomo. 

“Entonces, o los CDC son esquizofrénicos o están admitiendo errores en su primera posición o esto son solo dictados políticos”.

Cuomo también criticó a los CDC por no haber alertado a los estadounidenses sobre la amenaza del coronavirus antes de que llegara al país y comenzara a propagarse con rapidez. 

“O le mintieron al pueblo estadounidense o son incompetentes, porque no rastrearon el virus en China. Y no rastrearon el virus que salía de China y se dirigía a Europa”, dijo Cuomo. “Los CDC lo pasaron por alto en absoluto o se les ordenó que no hablaran de ello. Esto solo evidencia, una vez más, el control político sobre lo que se supone que es una organización de salud pública".

Cuomo estimó que las recomendaciones de prueba se cambiaron "porque no quieren (en referencia al gobierno de Trump) publicidad de que existe un problema de Covid”. 

Se trata de la economía, y la economía va muy bien. Nos centraremos en la economía. Y esa es su estrategia de reelección. Por lo tanto, está usando los CDC como un dispositivo retórico de campaña", expresó. 

CNBC solicitó comentarios al portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Michael Caputo, quien dijo "considere la fuente".

"El gobernador Cuomo no siguió la guía federal antes y luego procedió a sembrar el coronavirus en los hogares de ancianos de Nueva York, matando a miles", dijo Caputo en un comunicado, refiriéndose a una política del estado de Nueva York que ordenaba a los hogares de ancianos aceptar pacientes con COVID-19 de los hospitales. 

“Cuomo no debe entender que esta guía se ha actualizado para poner énfasis en realizar pruebas a individuos por razones clínicas y de salud pública, incluidas las pruebas de personas asintomáticas cuando lo indiquen los líderes de salud pública o los proveedores de atención médica”, añadió. 

En una conferencia telefónica con reporteros más tarde el miércoles, el subsecretario de Salud, almirante Brett Giroir, quien lidera el esfuerzo de prueba de la administración de Trump, negó que hubiera habido alguna intervención política o presión por parte de la administración de Trump.

Giroir dijo que los miembros del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, incluido el Dr. Anthony Fauci y el director de los CDC, el Dr. Robert Redfield, discutieron y acordaron las nuevas pautas. 

“Este fue un producto elaborado por científicos y médicos que se debatió ampliamente en el grupo de trabajo y todos lo aprobaron”, argumentó. 

Pero el cambio de política provocó confusión y decepción entre algunos epidemiólogos y exfuncionarios de salud, incluido el Dr. Tom Frieden, director de los CDC durante la presidencia de Barack Obama, quien también criticó el cambio.

Los representantes de los CDC no respondieron a la solicitud de comentarios de CNBC.

El Dr. Howard Zucker, comisionado de salud del estado de Nueva York, calificó el cambio como "indefendible" y dijo que "no tiene absolutamente ningún sentido".