¿Cuándo podría recibir una tercera dosis? NYC se prepara tras ser recomendada por el Gobierno federal

Las autoridades federales de salud recomiendan una dosis adicional de la vacuna contra el COVID-19 para todos los estadounidenses completamente vacunados y Nueva York ya está realizando preparativos para comenzar a administrarla.

El miércoles, las autoridades sanitarias de EE. UU. anunciaron que recomiendan la administración de una dosis adicional de la vacuna contra el COVID-19 para todos los estadounidenses ocho meses después de recibir la segunda dosis de la vacuna Pfizer o Moderna. Esto para obtener una protección más duradera contra el coronavirus y a medida que la variante delta se extiende por todo el país.

La medida está impulsada tanto por la variante altamente contagiosa como por la evidencia preliminar que sugiere que la protección de la vacuna contra enfermedades graves disminuyó entre los vacunados en enero.

En una declaración conjunta, funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Salud y Servicios Humanos, el Instituto Nacional de Salud y expertos médicos anunciaron planes, a la espera de la aprobación formal de la FDA de una tercera dosis, para comenzar a administrar inyecciones de refuerzo a partir de la semana del 20 de septiembre.

Sin embargo, Nueva York ya aprobó esta semana una tercera dosis de la vacuna Pfizer y Moderna para los receptores de dos dosis con un sistema inmunológico débil, lo que les permite recibir su vacuna de refuerzo 28 días después de recibir su segunda dosis.

Se espera que las mismas protecciones para el resto de la población se den ocho meses después de recibir su segunda inyección, y es probable que los trabajadores de la salud, los residentes de hogares de ancianos y otras personas mayores estén entre los primeros en recibirlas.

El comisionado de Salud de la Ciudad de Nueva York, Dave Chokshi, dijo el martes que la ciudad se ha estado preparando para la posibilidad de una vacuna de refuerzo durante algún tiempo y que los funcionarios locales están esperando la orientación federal antes de solidificar sus planes.

"Necesitamos que el Gobierno federal emita su guía oficial, particularmente la autorización de la FDA. Y eso probablemente requerirá que toda la ciencia sea examinada y que pase por el proceso oficial antes de que se recomienden formalmente las dosis de refuerzo", dijo Chokishi.

Una vez aprobados, los neoyorquinos pueden esperar que se les administren dosis de refuerzo no antes de septiembre.

Los residentes podrían recibir sus terceras vacunas en hospitales, clínicas, farmacias, así como en otros sitios de la ciudad, opciones móviles y a través de programas de vacunación en el hogar.

Aún se desconoce si las personas deberían recibir el mismo tipo de vacuna que recibieron cuando se vacunaron por primera vez. Los principales asesores de salud del país buscarán pruebas sobre la seguridad del refuerzo y qué tan bien protegen contra infecciones y enfermedades graves.

Por ahora, solo las vacunas Pfizer y Moderna han sido autorizadas para dosis de refuerzo y las personas con las siguientes condiciones ya califican:

• Ha estado recibiendo tratamiento activo contra el cáncer para tumores o cánceres de la sangre.
• Recibió un trasplante de órgano y está tomando medicamentos para inhibir el sistema inmunológico.
• Recibió un trasplante de células madre en los últimos 2 años o está tomando medicamentos para inhibir el sistema inmunológico.
• Inmunodeficiencia primaria moderada o grave (como síndrome de DiGeorge, síndrome de Wiskott-Aldrich).
• Infección por VIH avanzada o no tratada.
• Tratamiento activo con corticosteroides en dosis altas, quimioterapia contra el cáncer que causa inmunosupresión grave u otros medicamentos que pueden inhibir su respuesta inmunitaria.

El impulso para apuntalar la protección se produce cuando las personas no vacunadas alimentan la propagación desenfrenada de la variante delta a nivel local y nacional, lo que lleva a aumentos en los casos, hospitalizaciones y muertes en todos los ámbitos.

Casi el 85% de todos los condados de EE. UU., incluidos los cinco que componen la Ciudad de Nueva York, ahora son considerados áreas de "alta tasa de transmisión" por los CDC, con nuevas tasas de casos de al menos 100 por cada 100,000 residentes al día. Más del 9.6% se consideran áreas de "transmisión sustancial". Ambas clasificaciones desencadenan una recomendación universal de mascarilla para interiores por parte de los CDC independientemente del estado de vacunación.

La TSA extendió su mandato de mascarillas para viajeros hasta 2022 el miércoles. Aunque ningún gobernador de los tres estados ha restablecido la regla, se recomienda el uso de mascarillas en interiores, independientemente del estado de vacunación. La Ciudad de Nueva York también presentó su nuevo mandato de prueba de vacuna para gimnasios, teatros y restaurantes a principios de esta semana.

Delta ahora representa el 90% de todas las muestras positivas de COVID secuenciadas en la ciudad durante el último período de cuatro semanas, alcanzando la cepa más prevalente en cuestión de unos meses después de dominar los EE. UU. a principios de este año. A nivel nacional, delta representa al menos el 86% de todas las muestras positivas de COVID analizadas, según los CDC.

El promedio móvil de siete días de casos nuevos diarios en Nueva York ha aumentado en las últimas dos semanas de más de 2,400 casos nuevos por día a casi 4,200, según cifras compiladas por la Universidad Johns Hopkins. La Ciudad de Nueva York promedió 2,000 nuevos casos de coronavirus por día durante los últimos siete días, frente a alrededor de 200 por día a fines de junio.

La tasa de positividad diaria se acerca al 4 por ciento (3.94%), mientras que las hospitalizaciones por COVID en todo el estado son de 1,813, el total más alto desde mediados de mayo y un aumento del 130% solo desde el 1 de agosto.

Lavarse las manos, el distanciamiento físico y el uso de mascarillas en interiores pueden frenar la propagación del virus, pero la vacuna contra el COVID-19 es la única herramienta que evitará enfermedades graves y la muerte. Las personas no vacunadas tienen 20 veces más probabilidades de morir por el coronavirus, dijo Chokshi, e instó a más neoyorquinos a recibir su primera vacuna.