El futuro demográfico es revelador para una generación en apogeo. Datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos indican que los blancos dejaron de ser la mayoría entre los menores de 16 años en la nación.
El Censo señala que la población blanca ahora es de poco menos del 50% en ese rango de edad, a la vez que los hispanos representan el 25.8% y los afroamericanos el 17.7%. El resto del mapa demográfico lo componen los jóvenes asiáticos y de las poblaciones indígenas.
Es un cambio demográfico que ya se había proyectado y que seguirá creciendo en las próximas décadas.
La población de blancos no hispanos, cuya edad promedio de 43,7 años, se ha reducido en los últimos diez años a medida que las muertes superan los nacimientos, además de que este es un grupo demográfico que está envejeciendo, según las estimaciones de la Oficina del Censo.
Desde 2010, el número de blancos que no son hispanos ha disminuido en más de 16, 600 personas. Pero ese ritmo se ha intensificado en los últimos tres años, con un decremento de más de medio millón de personas de 2016 a 2019.
En 2019, un poco menos del 40% de la población total del país era no blanca o hispana. Se proyecta que los blancos no hispanos sean una minoría de la población estadounidense en unos 25 años.
Sería la primera vez desde el primer censo decenal en 1790 que haya habido una disminución nacional de en la población blanca.
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Durante la última década, los asiáticos tuvieron la mayor tasa de crecimiento de cualquier grupo demográfico, aumentando en casi un 30%. Casi dos tercios de ese crecimiento fue impulsado por la migración internacional.
La población hispana creció un 20% desde 2010, con casi tres cuartos de ese crecimiento proveniente de un aumento natural que se produce cuando nacen más personas que mueren.
La población afroamericano creció casi un 12% durante la década, y la población blanca aumentó apenas un 4.3%.
