¿Los hijos de inmigrantes son más sanos?

Los hijos estadounidenses de padres inmigrantes gozan de mejor salud que los hijos de los nacidos en Estados Unidos pese a tener menor acceso a seguros médicos y un estatus económico más bajo.

La conclusión es una de las muchas presentadas en un reporte difundido el miércoles por la Fundación para el Desarrollo de los Niños (Foundation for Child Development, en inglés), una organización nacional que se dedica a promover el bienestar infantil.

Los hijos de inmigrantes presentan menores índices de mortalidad infantil, menores limitaciones físicas y menores índices de bajo peso al nacer, aseguran los autores del informe y médicos. El fenómeno es conocido como "la paradoja inmigrante" entre los expertos.

"La paradoja aquí es que durante mucho tiempo en Estados Unidos hemos relacionado la pobreza con mala salud", dijo el doctor Fernando Mendoza, profesor de pediatría en la Universidad de Stanford, en California. "Pero lo que ha pasado es que los hispanos, principalmente la población mexicoamericana, no encajan en ese modelo. Vemos que presentan mejores resultados en términos de mortalidad infantil y bajo peso al nacer", agregó.

Los hijos de madres inmigrantes tienen menos posibilidades de morir en el primer año de vida que los hijos de madres nacidas en Estados Unidos, señala el reporte titulado "Niños en familias inmigrantes: Esenciales para el futuro de Estados Unidos".

Mientras la mortalidad infantil en 2007 era de cinco niños por cada 1,000 nacimientos entre hijos de inmigrantes, la estadística era de siete niños por cada 1,000 nacimientos entre hijos de padres nacidos en Estados Unidos, señala el estudio.

Por otro lado, un 5.5% de los hijos de inmigrantes presentan algún tipo de limitación física en su capacidad de andar, correr o jugar, mientras que el porcentaje es de 9.2% para los hijos de padres estadounidenses.

Nadie sabe exactamente el motivo por el cual madres inmigrantes tienen bebés más sanos, señaló el doctor Leighton Ku, profesor de políticas de salud en la Universidad Georgetown, en Washington. Sin embargo, la suposición es que los inmigrantes consumen menos drogas, menos alcohol y alimentos provenientes de sus países, y por lo tanto, con menos grasas saturadas.

"Lo que suponemos es que provienen de comunidades tradicionales y mantienen sus prácticas tradicionales, su dieta es distinta, el factor cultural es distinto", dijo Ku a The Associated Press.

El nacer con bajo peso supone desventajas para la salud. Un 7% de hijos de inmigrantes sufre ese problema en comparación con un 8.5% de hijos de padres nacidos en Estados Unidos, según el informe.

Uno de cada cuatro niños estadounidenses pertenecen a familias inmigrantes y nueve de cada diez de esos niños son ciudadanos estadounidenses, dijo Don Hernández, autor de informe y profesor de sociología en la Universidad de Hunter, en Nueva York.

Las estadísticas cambian, sin embargo, a medida que los niños de familias inmigrantes permanecen en Estados Unidos, dijeron los expertos. La salud de éstos empeora debido a factores como una dieta menos saludable y los niveles de obesidad son casi idénticos a los hijos de padres nacidos en Estados Unidos.

Aun así, datos que demuestran que los hijos de inmigrantes son más saludables al nacer y en su infancia han sido recibidos con entusiasmo entre la comunidad médica, dijeron los expertos.

"Son pobres, tienen menos acceso a seguros de salud, menos educación, enfrentan discriminación y muchas barreras, así que si lo tienen más fácil para salir y jugar, pues eso es fantástico", dijo Ku.

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