El papa Francisco ha hecho públicos sus sentimientos hacia el fenómeno de la inmigración al pedir, desde una pequeña isla en el Mediterráneo, respeto para quienes buscan mejorar sus vidas.
“Rezo por los corazones de quienes dan la bienvenida a inmigrantes. Dios nos juzgará dependiendo de cómo hemos tratado a los más necesitados”, dijo el Papa a través de su cuenta oficial de Twitter.
El mensaje se produjo durante su primer viaje fuera de Roma, a la isla italiana de Lampedusa, donde hay muchos refugiados del norte de Africa, en su mayoría libios.
Allí es donde, durante un discurso, el Sumo Pontífice aseguró que su corazón le duele al pensar en las miles de personas que reciben sólo castigo por desear algo mejor para ellos y sus familias.
El religioso se refería específicamente a los inmigrantes que llegan a Lampedusa, pero el significado de sus palabras es más profundo.
Inmigración
El tema de la inmigración es de importancia y personal para Francisco, pues es hijo de italianos que llegaron a Argentina a principios del Siglo XX.
Hoy sus palabras son recordadas en la Cámara Baja en Washington D.C., la cual tiene una mayoría Republicana, y donde la reforma migratoria será sujeta a un tenso debate y tendrá un camino difícil antes de ser aprobada.
Los republicanos se encuentran entre la espada y la pared.
Por un lado, buscarán la seguridad fronteriza que han asegurado es fundamental para que exista una reforma migratoria. Sin embargo, sus raíces religiosas, al igual que entre la mayoría de los estadounidenses, piden compasión hacia los inmigrantes.
Más del 60% de los republicanos se consideran religiosos según una encuesta de Gallup, por lo que se cree que a lo mejor las palabras del Papa podrían ayudar a impulsar la reforma migratoria.
