Puerto Rico

Puertorriqueños enfrentan desamparo y desesperación en NYC

NUEVA YORK – El huracán María arrasó con todo en la isla, menos con la esperanza de sobrevivientes como Jaira Rodríguez y Luis Medero, dos padres que vinieron a la ciudad de Nueva York con sus hijos con la firme decisión de recuperar sus vidas.

Sin embargo, su breve estancia en la Gran Manzana desde el paso del inclemente huracán ha mermado sus esperanzas y su calidad de vida. Lo que sería un nuevo inicio se tornó en pesadumbre sin la suficiente ayuda federal para conservar sus hogares improvisados.

Jaira Rodríguez, una madre soltera, está con un pie en la calle junto a su pequeño de un año luego de que FEMA le advirtiera que el financiamiento temporal del hotel en el que se hospeda está por expirar.

Rodríguez tenía hasta el 14 de febrero para desalojar el hotel en Queens, pero consiguió que la agencia federal prolongara el financiamiento hasta el 20 de marzo; sin embargo, no sabe si la decisión es una señal de esperanza o la continuación un profundo sufrimiento.

“No saber dónde pisar, cómo moverme”, dijo la madre con incertidumbre. “No sé inglés. Vine para acá buscando la ayuda y veo que se me están cerrando todas las puertas. Eso es lo único que sé”.

Jaira llegó a la ciudad con su pequeño Ángel, quien sufre asma y problemas de la piel. Además, la madre sufre problemas emocionales, lo que la imposibilita trabajar. Su prioridad es el albergue permanente.

La mujer dijo estar desesperada y sin nadie que escuche su clamor de vivienda.

Otro caso es el de Luis Medero, un boricua que tuvo que salir urgentemente de la isla con su hijo de 16 debido a su condición médica.

El padre, un sobreviviente de cáncer, pensó que la Gran Manzana sería semillero de esperanza y una vida digna, pero la ayuda humanitaria que tanto necesita simplemente no llega.

Medero, quien sufre epilepsia y diabetes, dijo que ponerse de pie y caminar es una lucha diaria tras sufrir un derrame cerebral tras llegar a nuestra área el 4 de octubre desde Puerto Rico.

El padre, que ahora vive en un albergue en la ciudad de Newark con su hijo, dijo que las limitaciones que enfrentan empeoran su situación.

Medero comentó que cuenta con un vale de $1300 para pagar un apartamento, pero los caseros se niegan a aceptarlo.

“Nadie lo quiere”, expresó con frustración.

El padre llegó a la Gran Manzana en un vuelo de emergencia y desde entonces ha sido hospitalizado en al menos seis ocasiones.

Se estima que más de 30.000 boricuas desplazados de la isla han llegado a nuestra área desde el azote de María.

FEMA no comentó sobre los casos debido a sus políticas de discreción.

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