PUERTO RICO - El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, aseguró hoy que las opiniones, a través de Twitter, del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre las asignaciones federales a los programas de salud en la isla "no reflejan el sentir mayoritario sobre la discusión y el análisis que se está produciendo en el Congreso sobre ese asunto".
Ayer el presidente Trump difundió un tweet en el cual aseguraba que los demócratas "quieren cerrar el gobierno si no salvamos a Puerto Rico y damos miles de millones a sus compañías de seguros por el fracaso de ObamaCare. ¡NO!"
En el segundo, difundido esta mañana, aseguró que los demócratas "están tratando de rescatar a las compañías de seguros del desastroso #ObamaCare, y a Puerto Rico, con los dólares de sus impuestos. ¡Triste!".
Tras la difusión del tuit de este miércoles, Rosselló respondió, a través de su cuenta oficial en la red social, que los "ciudadanos americanos de Puerto Rico merecen ser tratados justamente. Los derechos sanitarios y civiles no son asuntos de partidos".
Hoy, en un comunicado difundido por La Fortaleza, sede del ejecutivo, Rosselló reiteró que la salud de los puertorriqueños ciudadanos americanos residentes en la isla "no debe ser considerado como un asunto partidista, sino como un derecho fundamental y, en ese sentido, continuaremos reclamando nuestro derecho a la igualdad".
Además afirmó que el secretario de Salud de Estados Unidos, Tom Price, reconoció en una comunicación oficial que los reclamos de nuestra Administración para aumentar las asignaciones federales en los programas de salud son "justos y necesarios".
"Confiamos en prevalecer y lograr para nuestro pueblo recursos adicionales para los programas de salud", añadió el primer ejecutivo puertorriqueño.
Local
Rosselló se encuentra en la capital estadounidense desde inicios de semana donde se ha reunido con destacados funcionarios del ejecutivo de Estados Unidos para buscar los fondos necesarios para evitar un colapso del sistema de salud.
El gobernador ha hecho varias alertas en Washington ya que, según sus previsiones, cerca de medio millón de puertorriqueños con bajos ingresos perderán su cobertura sanitaria una vez termine la asignación extraordinaria de fondos federales de EE.UU. para sanidad a finales de 2017.
