Poder latino invade elecciones

MIAMI - Rosana Araujo no pudo votar, pero está convencida de que los latinos demostraron que cuentan en las urnas y confía que en el próximo gobierno del presidente Barack Obama será aprobada una reforma migratoria integral que frene todas las deportaciones y le permita permanecer en el país de manera legal. "Queremos una reforma que favorezca a todos los que están aquí, y que se terminen las redadas y persecuciones a los inmigrantes", manifestó Araujo, una uruguaya de 44 años que permanece sin papeles junto a su esposo y su hijo de 12 años. "Me gustaría que Obama dijera no más a las redadas, no más a las deportaciones, no más a las leyes antiinmigrantes", manifestó la mujer, una activista del Centro de Trabajadores de Miami. Los hispanos perdonaron a Barack Obama por su promesa incumplida de reformar las leyes de inmigración y con su participación electoral contribuyeron para que asegurara su reelección en una ajustada contienda. Pero su voto envió también un mensaje de atención al presidente para que cumpla y apruebe junto a la oposición republicana un cambio migratorio integral en los primeros años de su gobierno, dijeron expertos y activistas entrevistados por The Associated Press. La derrota del aspirante presidencial republicano Mitt Romney -- que avaló medidas de inmigración de mano dura durante su campaña y recibió el menor apoyo de los votantes hispanos en los últimos 16 años-- llevó también un alerta para los conservadores, para que se acerquen más a la comunidad latina, expresaron los activistas y analistas. "Esperamos que el presidente apruebe una reforma de inmigración... porque esto es sólo el comienzo", manifestó Eliseo Medina, secretario y tesorero del Gremio Internacional de Empleados de Servicio, un sindicato que agrupa a unos 2,1 millones de trabajadores del sector de la salud, limpieza y seguridad, muchos de ellos hispanos. "Los latinos entienden quiénes están con nosotros y en contra de nosotros", expresó Medina en una conferencia telefónica el miércoles, y advirtió que si los republicanos quieren seguir siendo un partido vivo en el futuro deben acercarse a la comunidad latina. El 10% del total del electorado que acudió a las urnas fue hispano, un aumento del 3% con respecto al 2000, de acuerdo con una encuesta inicial de boca de urna realizada por Edison Research para The Associated Press entre 26.565 personas. Obama obtuvo 303 de los 270 votos del Colegio Electoral que necesitaba para lograr un nuevo gobierno de cuatro años, y ganó el 71% de los sufragios de los hispanos, de acuerdo con la encuesta, con un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales. Romney, por su parte, consiguió 206 votos electorales y fue apoyado por el 27% de los hispanos, una fuerte caída con respecto al 40% que obtuvo George W. Bush en el 2004 tras su apoyo a una reforma migratoria. En 1996 Bob Dole había recibido un 21% de apoyo latino, y en 1992 George H.W. Bush un 25%. Algunos de los estados indecisos con numerosa población hispana apoyaron a Obama, entre ellos Colorado y Nevada. Florida, donde Obama ganó hace cuatro años, seguía con resultados muy apretados y no se había anunciado un ganador. Obama prometió en su campaña por llegar a la presidencia en el 2008 que aprobaría una reforma integral de inmigración, pero no lo consiguió, aún cuando en los primeros dos años de su mandato tenía un Congreso con mayoría demócrata. En los meses previos a las elecciones, culpó a los republicanos de haber obstaculizado la reforma de inmigración en el Congreso y anunció una medida de suspensión temporaria de las deportaciones que beneficiaría a cerca de 1,7 millón de jóvenes sin papeles que llegaron al país de niños. La medida, una orden ejecutiva llamada Acción Diferida que no necesita aval legislativo para ser implementada, no incluyó sin embargo a millones de personas mayores ni a niños que viven en el país de manera no autorizada. Con 50,5 millones de personas que representan al 16% del total de la población, los hispanos constituyen la minoría de mayor crecimiento en el país. El Fondo para la Educación de la Asociación Nacional de Funcionarios Elegidos y Designados (NALEO, por sus siglas en ingles) estimó que poco más de 12 millones de latinos votarían en estos comicios. La cifra definitiva, sin embargo, aún no ha sido revelada ya que algunos estados no han terminado con el conteo de votos. En el país hay unos 11 millones de inmigrantes sin papeles, de acuerdo con organizaciones no gubernamentales. Durante su campaña a la presidencia, Romney recibió el apoyo del secretario de gobierno del estado de Kansas Kris Kobach, quien cobró notoriedad nacional por ayudar a funcionarios locales y estatales a redactar leyes restrictivas a los inmigrantes sin documentación, tales como las de Alabama y Arizona. El candidato republicano criticó la Acción Diferida, y calificó como limosna a un proyecto de ley que allanaría el camino a la residencia legal de millones de jóvenes sin papeles, conocido como Dream Act. Se manifestó además en favor de la "autodeportación" de los extranjeros. Jorge Velázquez, un mexicano sin papeles que trabaja descargando cajas de alimentos en un mercado del Bronx, en Nueva York, no descarta regresar algún día a México. Hasta que llegue ese momento, sin embargo, vive en Estados Unidos con la esperanza de que se apruebe una reforma migratoria que le ayude a vivir más tranquilo. Con la victoria de Obama el martes, esa esperanza ha aumentado, aseguró. "Muchos de los compañeros, allá, en la marqueta, estamos contentos de que él (Obama) ganó", dijo Velázquez, de 37 años y quien lleva casi 15 años en Estados Unidos. "Ahora sí creo que se puede lograr, que puede ayudar a todas las personas que lo necesitan. Mucha gente saldremos así de la oscuridad, de tener que escondernos. Se daría cuenta de mucha gente que estamos aquí" El hispano, padre de tres hijos, dijo que el presidente quiere lograr una reforma migratoria desde que llegó a la Casa Blanca hace cuatro años "pero el Congreso no se lo permite". "Si el gobierno me diera la oportunidad de sacarme los papeles, lo haría seguro", dijo Velázquez, que vive en el Bronx. "Yo creo que es posible que eso pase". Aunque los hispanos alcanzaron una representación sin precedentes en el Congreso al elevar a tres la cantidad de senadores y a 27 la de representantes, la legislatura nacional no sufrió cambios sustanciales partidarios en los comicios. La cámara baja continúa en manos republicanas y el senado sigue dominado por los demócratas por un estrecho margen. Los activistas y expertos confían, sin embargo, en que los legisladores republicanos cambien de actitud y apoyen ahora la reforma migratoria. Katherine Vargas, portavoz del Foro Nacional de Inmigración, consideró que en los próximos cuatro años de gobierno de Obama los hispanos podrían salir beneficiados. "Creo que ahora la diferencia es que los republicanos se han despertado", expresó Vargas en entrevista telefónica con la AP. "Se escuchan más y más estrategas republicanos diciendo que el partido republicano tiene que rehacer su estrategia frente a cambios demográficos del país. Si quieren volver a la Casa Blanca tienen que ganarse el apoyo del voto hispano. Ven que tienen que tener un mayor acercamiento a la comunidad hispana y eso se logra con una reforma migratoria". Jason Marczak, experto en temas políticos y de hispanos del Consejo de las Américas, dijo que será un desafío "grande" para el partido republicano ganar el apoyo de los hispanos en los próximos años. En entrevista con la AP, Marczak consideró que con el triunfo de Obama, "la población latina va a empujar más para una política de reforma migratoria" porque el presidente ya firmó una orden ejecutiva frenando las deportaciones de jóvenes sin papeles que fue considerada como el principio de un cambio de la política migratoria. "El presidente tiene dos años para hacer los cambios importantes antes de que empiece la siguiente campaña" presidencial, advirtió Marczak.

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