Construyen apartamentos para súper ricos en Manhattan

La pregunta es: ¿Quién puede costear estos lugares?

NUEVA YORK - El Paseo de los Multimillonarios. Así es como los expertos en bienes raíces de Nueva York han apodado a una serie de media docena de nuevos rascacielos de súper lujo frente a Central Park donde se encuentran algunos de los apartamentos más caros del mundo.

Un penthouse en los pisos 89 y 90 de un rascacielos cerca del Carnegie Hall que costó más de 100 millones de dólares, parece casi una ganga si se compara con lo que aparecerá el año próximo en un edificio que se construye en la avenida Central Park South: un apartamento de cuatro pisos y 2,136 metros cuadrados (23,000 pies cuadrados) ofrecido en 250 millones de dólares.

Ese precio desorbitante está en documentos que el desarrollador presentó en la procuraduría estatal. Los planos muestran 16 recámaras, 17 baños, cinco balcones y una terraza enorme.

La pregunta es: ¿Quién puede costear estos lugares?

"Estos son los edificios trofeo de nuestra era y es evidente que el comprador extranjero alimenta a este mercado de torres de condominio de muy, muy alta gama", dijo John Burger, corredor de ese tipo de propiedades en la firma de bienes raíces Brown Harris Stevens.

La novedad es el prestigio de vivir en rascacielos lisos y espectaculares con vistas de 360 grados de la ciudad de Nueva York, gracias a la avanzada tecnología de ingeniería que permite que los edificios residenciales permanezcan delgados mientras se elevan a alturas vertiginosas.

En 2018 estará lista la Torre Central Park en el número 111 de la calle 57, que con 438 metros (1.438 pies) de altura busca convertirse en el edificio residencial más alto del hemisferio occidental.

La torre de 54 pisos en el número 520 de Park Avenue -también programada para estar lista en 2018- será lo que su arquitecto, Robert A.M. Stern, describe como "un elegante tallo de espárragos que se eleva desde el suelo".

En el frente financiero con frecuencia ese tipo de propiedades sirven como un "paraíso seguro" para inversionistas de regiones turbulentas del mundo con economías inestables, dice Richard Jordan, vicepresidente de mercados globales para Douglas Elliman, la mayor correduría de bienes raíces residenciales en Nueva York.

"Creen en el mercado estadounidense, les encanta Nueva York y les gusta la privacidad", afirma Jordan.

Otros compradores globales consideran estas propiedades como la "nueva cuenta bancaria suiza", una forma discreta y privada para acumular una fortuna, dice Burger.

La mansión de 250 millones de dólares en el cielo de Manhattan es la joya de la corona en el edificio de 70 pisos que aún está en construcción en el número 220 de la avenida Central Park South. Los cargos mensuales serán superiores a los 45,000 dólares, con impuestos anuales de unos 675,000 dólares, según muestran los documentos.

Para la mayoría de los neoyorquinos, este fenómeno tiene una desventaja. Estas propiedades ayudan a que suban los precios de la vivienda, que ya de por sí rompe récords con un promedio actual de unos 2 millones de dólares por un apartamento en Manhattan.

El condominio más caro de Nueva York costó 100,5 millones de dólares en 2014, el penthouse en el edificio One57 de 90 pisos donde muchos propietarios son rusos acaudalados.

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