Confirman que normalistas fueron asesinados

Confirman que normalistas fueron asesinados

MÉXICO - El Procurador General de México dijo que decenas de confesiones y pruebas forenses practicadas muestran que los 43 estudiantes que desaparecieron el pasado 26 de septiembre murieron y que fueron incinerados al día siguiente, en un basurero cercano a la población de Cocula, en el estado sureño de Guerrero.

En una larga exposición de los detalles de la investigación, Jesús Murillo Karam dijo que las muestras tomadas en el lugar, la temperatura que alcanzó el combustible y el fuego de una hoguera fue suficiente para incinerar a los 43 normalistas de la escuela rural de Ayotzinapa sin que se hubieran dejado restos que permitieran su posterior identificación y reconocimiento.

A esta conclusión llegó el martes pese a que sólo se ha confirmado la identificación de uno de los estudiantes a través de una prueba de ADN, Alexander Mora Venancio, y con base en una declaración ofrecida por un laboratorio forense en Innsbruck, Austria, que dijo que era imposible identificar los demás restos con los que cuentan.

Murillo dijo que su conclusión se basó en 386 declaraciones, 16 allanamientos y dos reconstrucciones de los hechos.

El procurador presentó el testimonio de quien habría sido jefe de los sicarios que los ejecutaron, detenido el 15 de enero, Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, detenido tras ser deportado desde los Estados Unidos. También afirmó contar con confesiones de decenas de policías municipales de las localidades de Iguala y Cocula que entregaron a los estudiantes a un grupo de sicarios. Además, con el testimonio de al menos una decena de sicarios que interrogaron, ejecutaron, incineraron y lanzaron a un río los cuerpos de los jóvenes.

Valentín Cornelio González, cuñado de uno de los desaparecidos, aún tiene dudas sobre la versión oficial y afirma que una de las bolsas con los restos se entregó abierta a los miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense, peritos independientes de la investigación.

Murillo insistió en que los sedimentos localizados en las bolsas extraídas del río coinciden con el lugar de la pira del incendio y que el equipo argentino ha estado presente y ha validado todos los pasos del proceso.

El gobierno mexicano ha sido criticado por los padres de los estudiantes, expertos en incendios y otros por la inverosimilitud de la explicación oficial de lo sucedido. Los padres aún continúan protestando y buscando a sus hijos.

El procurador dijo que su conclusión se basó en 39 confesiones y 487 peritajes, que incluyeron pruebas de gasolina, diesel y rastros de acero de neumáticos encontrados en la escena del crimen, y agregó que tanto el calor despedido por el fuego como el lugar de la pira, así como las horas que el fuego estuvo vivo y que las cenizas fueran trituradas, fueron suficientes para deshacer los cuerpos.

Los funcionarios de investigación dijeron que los cuerpos fueron quemados esa noche así como en los siguientes días y que los restos incinerados fueron empacados en varias bolsas y arrojados a un río cercano.

La escena de los hechos es un barranco de 800 metros que se asemejaba a un horno, dijo Tomás Zerón, Jefe de la Agencia de Investigación Criminal.

El procurador afirmó que "no existe una sola evidencia de participación del ejército" en lo sucedido aquella noche en respuesta a continuadas peticiones por parte de las familias y de organizaciones como Amnistía Internacional de abrir esa vía de investigación.

También explicó que el móvil detrás de la desaparición y muerte de los estudiantes es la percepción por parte de la organización Guerreros Unidos de que entre los estudiantes venían "infiltrados" de los rojos, una organización criminal rival.

Según Murillo, el número de detenidos asciende a 99 y aseguró que aún quedan al menos seis detenciones pendientes más, los elementos de que se dispone la investigación son "suficientes" y afirmó que ahora se trabaja en preparar acusaciones por las que se pedirán penas de hasta 140 años de cárcel para los responsables.

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