CASCADE, Jamaica – La cultura popular nos enseña que los humanos les deben huir a la fiereza y fortaleza de los cocodrilos, pero en Jamaica son los cocodrilos los que andan huyendo de los hombres. La razón, su carne se he convertido en un plato gourmet que se dice tiene poderes afrodisiacos.
“Vengo de nunca escuchar que alguien coma carne de cocodrilo, mucho menos sus huevos, a escucharlo todo el tiempo”, dice Bryan Wilson, un especialista en reptiles de la Universidad West Indies.
La carne de cocodrilo se ha convertido en un negocio dirigido a la clase alta del país, que llega a pagar hasta $35 por una libra.
Los cocodrilos están protegidos por una ley de conservación desde 1971, pero a pesar de ello en la isla se habla de las fiestas que se organizan para consumir su carne, debido a que existe la creencia de que mejora la virilidad y el rendimiento sexual.
“Es algo medio secreto y la gente lo mantiene asi”, dijo Sharlene Rowe, una oficial de conservación de la Fundación para el Manejo del Área de la Costa Caribe.
Hasta el momento, nadie ha sido castigado por cazar cocodrilos, lo que ha permitido que la práctica se generalice.
A esto se suma la poca acción por parte de las autoridades ambientales en Jamaica, que en mucho de los casos, no cuentan con financiación para hacer que la ley se respete.
En una reciente operación por parte de las autoridades se logró hacer una incautación en un restaurante de Kingston, la capital jamaiquina, pero las autoridades aún están tratado de determinar si la carne es de cocodrilo o de lagarto importado.
Los defensores de animales esperan que este sea el primer caso en el que se enjuicie a alguien por este tema y sirva de ejemplo para quienes trafican con animales salvajes.
