La madre acusada de abusar de su hija de 4 años a muerte recibe la pena máxima.
Carlotta Brett-Pierce, de 30 años, fue sentenciada a un mínimo de 32 años de cárcel a cadena perpetua, tras ser encontrada culpable el pasado mes de mayo de maltratar y mal nutrir a su niña de 4 años hasta morir.
Pierce dijo a la corte este miércoles que no era responsable da la muerte de su hija, y que simplemente no tenía la educación ni la posibilidad económica para cuidar a un niño enfermo.
Un jurado escuchó las alegaciones de como Brett-Pierce, de 30 años, abusaba de su hija Marchella al amarrarla de su cama, negarle de comer y beber, hasta dejarla en los huesos.
La pequeña Marchella solo pesaba 18.9 libras, la mitad de lo normal para una niña de esta edad, cuando su cuerpo maltratado fue hallado en un apartamento de la calle Madison, en Bedford-Stuyvesant en el 2010.
La niña sufrió de abusos de malnutrición, envenenamiento con drogas, golpes y deshidratación, según dijo un inspector médico.
Cuando la niña fue encontrada por la policía, solo tenía un grano de maíz en su estómago, aparte de 60 dosis para adultos de Claritin y 30 de Benadryl, según las autoridades.
La niña nació prematura y con varios problemas de salud, por lo cual pasó la mayor parte de su vida en hospitales recibiendo tratamientos.
Brett-Pierce estuvo al ojo de la justicia inicialmente cuando dio a luz a su hijo barón, el cual salió positivo de drogas a su nacimiento. La administración de servicios de niños admitió que aunque la madre recibió terapia por este hecho, esta entidad no hizo lo suficiente para proteger a los hijos de Brett-Pierce.
La madre de Carlotta, Loretta Brett, recibió una sentencia de 15 años en prisión por complicidad en el asesinato y otros cargos.
En un caso aparte, los inspectores de salud del estado que estuvieron al cuidado de la menor también enfrentan cargos por negligencia.
