Bebés adictos a drogas

A menos de un mes de edad, Savannah Dannelley arruga la carita en un ceño fruncido a medida que una enfermera le administra delicadamente una dosis de metadona oral. La bebé está pasando por abstinencia de drogas y está siendo tratada con el mismo narcótico que ha sido recetado a su madre para combatir una adicción a potentes analgésicos. Una nueva investigación dice que el número de bebés nacidos en Estados Unidos con síntomas de abstinencia a opioides se ha triplicado en una década debido a un aumento en el uso de estupefacientes legales e ilegales, incluyendo Vicodin, OxyContin y la heroína, por parte de mujeres embarazadas, según investigadores. Es el primer estudio nacional enfocado en este problema. El número de recién nacidos con síndrome de abstinencia aumentó de poco más de 1 por cada 1,000 bebés en el año 2000, a más de 3 por cada 1,000 bebés en el 2009. Los investigadores estimaron que en los Estados Unidos, más de 13,000 niños se vieron afectados por las adicciones en el año 2009. Esa cifra incluye a niños como Savannah, cuya madre dejó de abusar de analgésicos y cambió a la metadona recetada a principio del embarazo y aquellos cuyas madres siguen abusando de las drogas legales o ilegales. Retirar la adicción a estos medicamentos en los bebés, puede tomar semanas o meses y a menudo requiere una larga estancia en unidades de cuidados intensivos. Los gastos hospitalarios para el tratamiento de estos recién nacidos pasó de $190 millones a $720 millones entre el 2000 y el 2009, reveló el estudio. El estudio fue publicado el lunes en el portal web del “Journal of the American Medical Association”. Savannah está conectada a monitores de frecuencia cardíaca y a oxígeno en una sala de cuidados intensivos neonatales en Oak Lawn, Illinois. En una cuna rosa, ella duerme a ratos, a veces llora toda la noche y ha tenido diarrea y dificultad para alimentarse. Son los síntomas típicos del síndrome de abstinencia. Algunos bebés afectados también tienen problemas respiratorios, bajo peso al nacer y convulsiones. Es algo que le rompe el corazón de su joven madre. "Es muy difícil, todos los días, emocional y físicamente", dijo Aileen Dannelley, de 25 años de edad. "Es muy duro cuando tu hija nace adicta." Los médicos dicen que los recién nacidos no son realmente adictos, lo que connota la búsqueda de drogas que los bebés no son capaces de hacer, pero sus cuerpos son dependientes a la metadona u otros opioides debido al uso de sus madres durante el embarazo. Pequeñas dosis de metadona para dejar de depender de estos medicamentos es más seguro que aislarlos por completo, lo cual puede causar convulsiones peligrosas e incluso la muerte, dijo el Dr. Mark Brown, jefe de pediatría del “Eastern Maine Medical Center”. El Dr. Stephen Patrick, autor principal del estudio y especialista de recién nacidoa en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, llama al problema una "epidemia de salud pública" que exige la atención de los políticos responsables, así como de los investigadores para aclarar los problemas que estos niños pueden enfrentar a largo plazo. Marie Hayes, científico de la Universidad de Maine, dijo que su investigación sugiere que algunos de estos bebés sufren retrasos en el desarrollo temprano, pero se desconoce si esos problemas persisten. En la década de 1980 surgió una epidemia conocida como "baby crack". Algunos expertos dicen que la epidemia era exagerada y que los niños nacidos de madres que usaban cocaína crack no enfrentaron graves problemas de salud a largo plazo. Algunos piensan que el problema actual también está siendo exagerado. Carl Hart, un profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Columbia e investigador de abuso de sustancias en el Instituto Psiquiátrico de Nueva York, señaló que sólo una pequeña porción de los 4 millones de bebés nacidos en Estados Unidos cada año se ven afectados. Hart también dijo que el estudio probablemente incluye a las mujeres que no estaban abusando de las drogas durante el embarazo, pero estaban tomando analgésicos recetados por razones legítimas. Él dijo que le preocupa que el estudio estigmatice injustamente a las mujeres embarazadas que están "haciendo lo correcto" mediante la adopción de la metadona para combatir su adicción. Los médicos que impulsan analgésicos potentes "como dulces" contribuyen al problema, dijo Arturo Valdez, quien dirige el programa de abuso de sustancias de Chicago al que Aileen Dannelley asiste. Los pacientes en su clínica incluyen a hombres y mujeres a quienes se les han recetado analgésicos opiáceos por razones legítimas, como por lesiones por accidentes de auto y luego se hacen adictos cuando se les agotan las recetas. Algunos recurren a las drogas callejeras, que son más baratas y más fáciles de obtener, dijo Valdez. En algunos estados, las madres de recién nacidos con síndrome de abstinencia son arrestadas y encarceladas, pero Valdez dijo que la adicción es una enfermedad cerebral que debe de ser tratada como otras enfermedades, no estigmatizadas.

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