Aprender automáticamente ¿es posible?

En una escena muy conocida de The Matrix, Neo (interpretado por Keanu Reeves) se recuesta en la silla de un dentista de alta tecnología y a través de electrodos descarga una serie de programas de entrenamiento de artes marciales en su cerebro. Aparentemente, la información se transfiere a través de la corteza visual. Después, parpadea los ojos y recita los conocimientos: "Sé kung fu" afirma.

El aprendizaje automático, ha sido desde hace mucho tiempo un sueño y mucho creyeron que permanecería como una aspiración por muchísimo tiempo más. Sin embargo, gracias a las recientes investigaciones del neurocientífico Takeo Watanabe, de la Universidad de Brown, lo que parecía ciencia ficción podría convertirse pronto en un hecho científico. UN POCO DE HISTORIA

Para entender el descubrimiento de Watanabe, es muy útil saber un poco acerca de la plasticidad del sistema visual y su capacidad de cambio. Hace veinte años, los neurocientíficos sostuvieron que después de un cierto período crítico, por lo general no más de los primeros 12 meses de vida, el sistema visual entero se había vuelto demasiado rígido para que cualquier aprendizaje tenga lugar. Es decir, había perdido su plasticidad. Esta visión comenzó a cambiar hace unos 15 años, cuando el neurobiólogo israelí Dov Sagi descubrió que con un entrenamiento intensivo en determinadas tareas visuales, tales como la vista orientada a un destino (la capacidad de mirar a un punto en la pared, mirar hacia otro lado, y luego mirar hacia atrás al mismo punto), las personas mayores de 12 meses podrían mejorar su desempeño en esas tareas. El descubrimiento de Sagi sobre "aprendizaje perceptivo" derribó el concepto de "visión rígida" Los sujetos de la investigación de Sagi todavía se tenían que entrenar conscientemente con señales visuales antes de ver alguna mejora. El aprendizaje no se manifestó de repente, como lo hizo para Neo. Pero en 2011, Watanabe diseñó un experimento para ver si algo así como el aprendizaje automático podía ser posible. Se preguntó si podía entrenar el sistema de visión sin el conocimiento del sujeto y sin el uso de un estímulo.

Tras varios intentos para decifirar cómo hacerlo llegó a una curiosa respuesta. Al intentar decifrar cómo el ser humano hace crecer un círculo en su mente, se dio cuenta que el cerebro aplica patrones de percepción recientemente aprendidos. Cuando dio con el patrón, el disco empezó a expandirse de forma automática, sin necesidad de formación.

Sus prácticas continuaron optimizándose, sin embargo, aún estamos muy lejos del aprendizaje automático. Las descargas de conocimiento al estilo Matrix requerirán mucho que grabar y reproducir los patrones de activación visual de la corteza cerebral. Además, todavía nadie sabe si este tipo de fenómeno también se presenta en lugares como la corteza motora o la corteza auditiva, lo que sería útil en el dominio de las habilidades físicas o lingüísticas.

DIVERSOS USOS

No obstante, Watanabe sostiene que este método, también, se puede utilizar para curar la depresión. "Creo que podríamos fácilmente entrenar a la gente para ser feliz" y agrega "Deberíamos mostrar fotos de bebés y gatitos y otras imágenes, que se sabe, elevan el estado de ánimo, grabar y utilizar este modelo como el detonante de ampliación del disco. Entonces, cuando los sujetos realicen una determinada tarea, la harán felices" Watanabe provee otra posibilidad "Creo que la técnica se podría utilizar para borrar los recuerdos, como la eliminación de 12 meses de la vida de una persona" y agrega "Si la memoria está asociada a alguna clave, podríamos inducir un patrón que no tiene nada que ver con la memoria, mientras que la señal que se presenta. De esta manera, cuando la señal es dada, el tema haría recordar a la memoria implantada en lugar de a la memoria real. "Podría ser útil para las personas con trastorno de estrés post-traumático, aunque también podría ser objeto de abuso"

Fuente:

Discoverymagazine.com

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