El arte de la Guerra de Secesión

Nueva York - No generó hitos como el "Guernica" en la Guerra Civil española, movimientos de vanguardia como la Primera Guerra Mundial, ni desde luego películas como inspiró Vietnam, pero la Guerra de Secesión también marcó el arte en EEUU, como muestra una exposición que el Metropolitan de Nueva York inaugura mañana.

Sesenta pinturas y dieciocho fotografías primitivas realizadas entre 1861 y 1865, los años en el que el conflicto estuvo abierto entre los Estados de la Unión y los Estados del Sur, abren en el Met la pregunta "¿Cómo marcó la Guerra de Secesión estadounidense?

La muestra se inaugura el jueves, cuando el país celebra el Día de los Caídos, cuya tradición se inició para homenajear a los soldados de la Unión muertos en aquella guerra, y seguirá abierta coincidiendo con el 150 aniversario de la batalla de Gettysburg, punto clave de la misma.

La comisaria del Smithsonian American Art Museum, Eleanor Jones Harvey, explica a Efe: "Cada guerra tiene su traducción en el arte. No hay una imagen trascendente como el 'Guernica' que resuma la Guerra de Secesión, pero hay una constelación de voces que transmitieron, cada una a su manera, los conceptos de libertad, de miedo a perderlo todo".

Frederic Edwin Church, que convirtió un atardecer y un árbol seco en una bandera estadounidense sin estrellas en "Our Banner in the Sky", y Winslow Homer, que retrató paisajes y escenas del frente como corresponsal del "Harper's Weekly", son los nombres más destacados de esta exposición que busca más un concepto de pintura de la inmediatez con valor historiográfico que la excelencia artística.

"Las mejores películas sobre Vietnam no empezaron a salir hasta que todo se había estabilizado", dice en referencia a una de las edades doradas del cine estadounidense, con títulos como "Apocalypse Now", "The Deer Hunter" o "Platoon", "pero durante el conflicto todo era muy confuso" y los autores "pasaron por un proceso de digestión", prosigue.

"Aquí, en cambio, hay un arte, tanto en pintura como en fotografía, que captó lo que experimentaron sus autores de una manera más documental. Algunos de ellos estaban en el propio frente", asegura a Efe la comisaria del Met, Barbara Weinberg.

"Durante una guerra nadie sabe si va a durar un día, una semana, un mes o años. No sabes quiénes son los héroes, cuáles son los puntos de inflexión, las lecciones aprendidas. ¿Cómo manejaron los artistas conceptos como ambigüedad, miedo, ansiedad o esperanza?", complementa Harvey.

Así, en el mismo momento en el que en Europa irrumpía el impresionismo con "Desayuno en la hierba" de Manet, en Estados Unidos se apelaban todavía al realismo, a aquella mirada terrosa y de humildad hacia el pueblo que en Francia había hecho famosa Millet.

"Las mejores pinturas sobre la Guerra de Secesión vienen después de 1876. Entonces reinventamos la guerra con uniformes limpios y caballos sanos. Pero leyendo los diarios sabemos que la gente estaba hambrienta y llovía todo el rato", dice Harvey sobre un conflicto que también fue "glamurizado" en el cine en "Gone With the Wind" y al que Steven Spielberg ha vuelto recientemente en "Lincoln".

Y así, en una época en la que el "pensamiento twitter" apela al instante, esta exposición refleja la plasmación artística del conflicto casi sin tiempo para la reflexión. "Sabiendo qué se leía entonces, qué se decía en los sermones, se entiende que el paisaje refleja el estado moral del país entonces. La espiral emocional en la que se encontraba", asevera la comisaria.

En ese paisaje humano aflora la nueva dignidad que con el conflicto adquirió la población negra en la lucha por sus derechos o el debate sobre la futilidad de la guerra, resumido en el cuadro de Homer "Home, Sweet Home", en referencia a la canción que ambos bandos asumieron como himno y que acabaría siendo censurada por entender que podía animar a la deserción.

"Ese cuadro dice mucho del poder que los individuos tenían en la guerra. Muchas personas empezaron a cuestionarse muchas cosas. Es una pintura muy poderosa, más allá de la escena sentimental de unos soldados escuchando música, preguntándose: '¿Qué pasaría si dejáramos esto?'", refiere Harvey. Mateo Sancho Cardiel

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